Aprender es la historia de un viaje. Una aventura que nunca termina. Un nativo o un no nativo, todos aprendemos cada semana nuevas palabras y nuevas expresiones. Con ellas, queremos transmitir nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras locuras.
Aprender un nuevo idioma es un viaje interminable que empezamos un día y deseamos que no termine nunca.